Me gusta la sensación de libertad que siento
cuando me quito la pesada chaqueta de la crítica,
el miedo, el sentimiento de culpabilidad, el rencor y la vergüenza .
Entonces soy capaz de perdonarme y de perdonar a los demás.
Esto nos libera a todos .
Me dispongo a renunciar a mis problemas respecto a los viejos asuntos.
Me niego a continuar viviendo en el pasado.
Me perdono por haber llevado tanto tiempo estas viejas cargas.
Me perdono por no haber sabido amarme y amar a los demás.
Cada uno es responsables de su comportamiento, y lo quedamos,
la vida nos lo devuelve.
Así pues, no hay ninguna necesidad de castigar a nadie.
Todos vivimos bajo la ley de nuestra propia conciencia.
Yo me encargo de limpiar las partes de mi mente que no perdonan,
y dejo entrar el amor.
Entonces me convierto en un ser sano y completo.
-meditacion Louise Hay-
