“Yo hago lo mío y tú haces lo tuyo.
No estoy en este mundo para colmar tus expectativas,
y tú no estas en este mundo para colmar las mías.
Tú eres tú y yo soy yo.
Y si por casualidad nos encontramos, es hermoso.
Si no, no puede remediarse."
Son muchas las veces en la que estamos conversando con una persona y nos cuenta algo que puede ser muy importante para ella y cuando le respondemos lo hacemos con un juicio.
Le contestamos que eso nos molesta mucho y a continuación le damos el discurso textual ... "sabes... yo pienso que tú deberias...", ¿cuantas veces lo hacemos?. Según nosotros creemos que lo hacemos con el cariño que le tenemos. Pero me pregunto ¿Estamos realmente ayudando a la otra persona con nuestros juicios?...
La verdad es que yo quisiera dejar este juego de juicios, al emitir nuestra opinión estamos pensando que el otro debería hacer lo que nosotros creemos esta bien, no me queda claro que sea generosa esa actitud... y además quien me creo yo para tener la verdad?...
Todos tenemos un tiempo interno para que nuestros procesos puedan madurar, cada cosa a su tiempo, no hay verdades absolutas, cada persona es un mundo distinto al nuestro, un corazón que late en otro ser, esa es nuestra misión, encontrar nuestro camino y para eso cada uno lo vive en su propia piel, en la soledad de su propio corazón...
Si por casualidad nos encontramos... es hermoso...
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