La distinción entre las hierbas y las flores es la misma que hay entre el no saber que eres un Buda y el momento en que sabes que eres un Buda. En realidad no hay posibilidad de que sea de otra manera. Buda ha florecido, completamente abierto. Sus lotos, sus pétalos han llegado a una plenitud... Ciertamente, el que tú estés lleno de la primavera es mucho más hermoso que las gotas de rocío otoñales que caen de las hojas de loto. Esta es una de las cosas más hermosas a observar: cómo las gotas de rocío otoñales caen sobre las hojas de loto y brillan en el sol de la mañana como perlas reales. Pero, por supuesto, ésta es una experiencia momentánea. A medida que el sol se eleva, las gotas de rocío del otoño empiezan a evaporarse... Esta belleza temporal no se puede comparar ciertamente con una primavera eterna en tu ser. Tú miras hacia atrás tanto como puedes y siempre ha estado ahí. Miras hacia adelante tanto como puedes y te vas a sorprender: es tu propio ser. Donde quiera que estés, aquello estará ahí y las flores continuarán derramándose sobre ti. Esta es la primavera espiritual.
Osho No Mind: The Flowers of Eternity Chapter 5